La búsqueda del yo en una sociedad moderna
En esta entrada me gustaría hacer un paréntesis sobre el tema principal del blog para reflexionar sobre la existencia en general, porque considero que es imposible pedir la existencia de unas escuelas donde prime la inclusión y dónde no exista la desigualdad si somos incapaces de preocuparnos por nosotros mismos y estamos perdidos como individuos.
Como expresa Byung-Chul Han en su obra "Sociedad del cansancio" vivimos actualmente en una sociedad con tantas opciones y oportunidades que parece irreal. A día de hoy, hay tantas cosas que podemos hacer y podemos saber que realmente no sabemos nada. Tenemos un millón de información a nuestro alcance pero somos incapaces de saber usarla. Además, esto ha provocado un mundo donde todo el mundo tiene que saber cada vez más. Todos tenemos que saber las canciones de ese cantante famoso o saber sobre ese acontecimiento que ha pasado en la otro punta del mundo.
Igualmente, esto se puede extrapolar al mercado y al consumismo. Esta sociedad nos incita cada vez más a consumir más, a tener el último modelo de móvil o de coche, a ir a ese restaurante famoso al que va todo el mundo o a viajar a la isla más remota del planeta. Esto se ve aumentado gracias a las redes sociales donde la gente tiene la necesidad de publicar absolutamente todo lo que hace y necesita saber que están haciendo los demás. Es el fenómeno que actualmente llamamos FOMO, Fear of Missing Out. En este mundo donde las posibilidades son infinitas, tenemos miedo de no llegar a alcanzarlo todo, miedo a morir sin haberlo experimentado todo, miedo a que nos falte algo en la vida. Sin embargo, el experimentarlo todo no nos provoca felicidad y seguridad sino que por el contrario nos provoca vacío y nos genera ganas de más, siempre estamos insatisfechos. Yo creo que esto se debe a que nos encontramos en una sociedad donde podemos hacer tantas cosas, que somos incapaces de centrarnos solo en una. Es que se ve claramente en las relaciones, cada vez más la gente no puede comprometerse y es incapaz de implicarse, siempre quiere tener la puerta abierta a otra posibilidad. Tenemos miedo a no elegir correctamente, a limitarnos.
Por otro lado, como dice Zygmund Bauman vivimos en una "modernidad líquida", es decir, todo lo que aquí y ahora sucede es volátil al cambio. Es a misma idea que tienen Warren Bennis y Burt Nanus. Vivimos en una incertidumbre constante. No sabemos si nuestros futuros puestos de trabajo en unos años existirán, no sabemos como la sociedad será capaz de sobrellevar los problemas políticos actuales, no sabemos como el planeta nos volverá a golpear debido al cambio climático. No sabemos nada y eso nos provoca mucha ansiedad, aunque pensemos que no.
Cómo no sabemos nada a ciencia cierta, la gente lo que hace es dar sus opiniones al respecto. Ello ha derivado en una sociedad donde todo el mundo tiene derecho a opinar de todo. Esto no es malo, pero a veces alguien para opinar debe saber de lo que habla. Nos encontramos frente ante una sociedad donde todo vale, todo se acepta, todo se incluye lo que provoca que seamos una sociedad que fluye con el ambiente, que no tiene ideales, que no tiene propósitos, donde la gente no es consciente ni de lo que hace o deja de hacer. Hablamos de una sociedad en la cual todos estamos incluidos y aceptados mientras que en el fondo nada se incluye. Solo se acepta aquello que interesa. ¿Qué interesa a quién? Pues a los que toman realmente las decisiones, a los gobiernos o a las grandes empresas que controlan la narrativa que en el fondo no buscan incluir sino que buscan la discordia entre nosotros. Por lo tanto, nos engañan y a veces hasta nosotros mismos nos engañamos pensando que vivimos en un mundo moderno, superior a todo lo anterior, siendo realmente lo mismo que antes pero cambiando matices.
En conclusión, creo que como sociedad nos deberíamos mirar un poco a cada uno de nosotros para poder aportar a un todo. Considero que sería maravilloso que cada uno tuviese un tiempo de reflexión consigo mismo para poder encontrarse porque vivimos en una sociedad tan apresurada y tan completa de cosas que a veces nos olvidamos de lo más importante, que somos nosotros: las personas. Necesitamos pasar más tiempo en silencio, en aburrimiento con nosotros mismos. Necesitamos entendernos como individuos individuales para poder aportar lo más eficientemente posible a nuestra sociedad.
Muy interesante, Isa!
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